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Lo que necesitas saber sobre las tarjetas de crédito

La tarjeta bancaria es uno de los productos de deuda financiera más famosos, pero su procedimiento no es identificado por varios que tienen uno.

En esta guía encontrará todo lo que necesita reconocer para manejar mejor su tarjeta de crédito, junto con los mitos y también los hechos que bordean temas como el pago de un cargo o el uso de la misma para ganar puntos y también millas. ¡Que empiece la fiesta!

¿Qué es una tarjeta de crédito?

Una tarjeta de crédito es una línea de crédito (es decir, un préstamo de coche) que es a largo plazo (es decir, no es necesario que la devuelva y la obtenga cuando la necesite de nuevo) y rotativa (es decir, cuando la utilizamos consumimos nuestros puntajes de crédito y, a medida que pagamos, la tarjeta tiene la misma cantidad de puntaje de crédito disponible para las compras nuevas).

En otras palabras, una tarjeta de crédito es un dispositivo.

Esta herramienta nos permite tener dinero en efectivo para hacer adquisiciones y también liquidaciones tan fácilmente como una tarjeta de débito pero con una gran distinción:

El dinero en efectivo del que está compuesto es de la entidad que nos dio la tarjeta, no de nosotros.
Sin embargo, una tarjeta de crédito no es una extensión de nuestros ingresos.

No es dinero propio que podamos utilizar sin tener que pagarlo después.

Aunque parezca obvio, es una diferencia importante cuando tenemos que elegir lo que vale la pena pagar con dinero (o una tarjeta de débito) y lo que vale la pena pagar con una tarjeta de crédito

Tarjeta de credito/Tarjeta de debito: Diferencias

Recuerde que una tarjeta de débito es una tarjeta que se obtiene al abrir una cuenta de ahorros o de inspección (normalmente mucho más en la primera).

Por consiguiente, cuando pagas con la tarjeta de débito estás pagando con dinero en efectivo que es tuyo y que está en tu cuenta.

En realidad, cuando se paga con una tarjeta bancaria se está pagando con un efectivo que no es suyo, pero que pertenece a la institución financiera que tiene la tarjeta, y que tendrá que devolver con algún interés en el plazo que elija cuando lo invierta.

Tipos de tarjetas de crédito que existen
Hay muchos medios para clasificar las tarjetas de crédito. Aquí te mostraremos dos:

Negocio de la franquicia

Mastercard

tarjeta de crédito mastercard

Tiene 4 tarjetas diferentes, dependiendo del consumidor: hay tarjetas convencionales, de oro, platino y negras.

Cada una de ellas tiene más ventajas que la anterior y además, en consecuencia, puede tener un mayor coste contabilizado como coste de manipulación.

Es la tarjeta de crédito más típica de nuestro país. A principios de 2018 había más de 5 millones en circulación.

Tarjeta Visa

visado

Tiene 5 tarjetas diferentes, dependiendo del cliente: hay tarjetas tradicionales, de oro, de platino, de firma, así como infinitas.

Cada una tiene más beneficios que la anterior y, en consecuencia, puede tener un mayor gasto a cuenta como el de tratar con el cargo.

Es la tarjeta bancaria con la que se realizan la mayor cantidad de adquisiciones en nuestro país. A principios de 2018, el 46% de todas las compras con tarjeta bancaria en el país se hicieron con VISA.

La tarjeta American Express

american-express

Tiene 4 tarjetas diferentes, dependiendo del cliente: hay tarjetas azules, ecológicas, doradas y platino.

Cada una tiene aún más beneficios que la anterior y, por ello, puede tener un mayor gasto responsable como la gestión de los costes.

En Colombia sólo se pueden obtener fácilmente a través de Bancolombia, así como de Colpatria.

Tarjeta del Club de Restaurantes

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Tiene cuatro tarjetas diferentes, dependiendo del cliente: junto al Diners Club están el Diners Club Negra, los Colegios y también la Línea Libranza.

En Colombia sólo se pueden adquirir con Davivienda.

Hay otras tarjetas de crédito en Colombia, sin embargo, estas cuatro franquicias de negocios se centran en alrededor del 80% de todo el mercado.

Como una cualidad habitual en las tres primeras, para acceder a un grupo de tarjetas nuevas (por ejemplo, para pasar de un oro a un platino) se requiere mostrar un mayor nivel de ganancias; típicamente, una categoría más alta en un negocio de franquicia indica que la tarjeta también tiene una mayor asignación de crédito.

Según el destinatario
Personal

Como su nombre lo indica, son las tarjetas que una persona pide para su uso. La capacidad de la tarjeta dependerá de su grado de ingresos, su historial de crédito, entre otros.

Si los cargos no se pagan con prontitud, la entidad emisora puede reportar al titular de la tarjeta a las oficinas de deuda.

Cubierto

Esta es una tarjeta de crédito desarrollada a partir de otra tarjeta de crédito. La tarjeta protegida puede ser ofrecida a un individuo adicional para su uso (por ejemplo, una madre que proporciona una tarjeta a su hijo);.

Sin embargo, el límite de crédito disponible en la tarjeta cubierta es parte del límite de crédito de la tarjeta protegida – por lo tanto, el titular de la tarjeta ciertamente no hará historial de crédito.

Organizaciones Empresariales.

Trabajan igual que las individuales, sólo que están desarrolladas para ser utilizadas por las empresas.

Los beneficios de estas tarjetas están mucho más orientados a la gran gestión del flujo de caja de la empresa y también a la accesibilidad de un límite de crédito disponible para cualquier pago que la organización necesite hacer.

Exactamente cómo usar una tarjeta de crédito: cómo funcionan.

Cada tarjeta de crédito tiene una cuota, es decir, una restricción de efectivo que los bancos que la liberan se comprometen a proporcionarnos.

Podemos hacer uso de esa cuota para pagar en cualquier negocio que acepte el negocio de franquicia de nuestra tarjeta

Las tarjetas tienen ciclos de facturación mensuales.

Es decir, cada mes, en el día de corte especificado por la institución financiera (y que podemos ver en nuestra declaración), se suma el total de las adquisiciones realizadas y cuánto estamos calificados para pagar en la fecha de pago (que también figura en nuestra declaración).

Como podemos retrasar las compras que hacemos en las instalaciones (es decir, pagarlas a lo largo de varios meses), en la declaración que obtenemos para pagar la tarjeta se compara la devolución mínima, que incluye la parte que representa este mes por las compras que hacemos y también la pasión que ha despertado el haber utilizado realmente nuestra calificación crediticia, y el pago total, que es el valor de la asignación global que hemos utilizado realmente.

Esa liquidación mínima también puede incluir el cargo por manejo, que es el costo fijo que gastamos por tener esta tarjeta energética.

Al pagar nuestra tarjeta de crédito, una parte de ese reembolso es más probable que cubra la tasa de interés que se desencadena por cada adquisición que hacemos, y el resto paga la asignación de historial de crédito utilizada, liberándola para su uso futuro.

Finalmente, es importante aclarar que en el momento en que utilizamos la asignación completa no podemos hacer más compras.

Del mismo modo, dado que el pago mínimo sugerido en el mes incluye el reembolso del capital y también la pasión, terminar de pagar una compra podría tomar un poco más que la variedad de meses que seleccionamos.

Sólo cómo seleccionar una tarjeta bancaria.

La competencia entre las instituciones financieras así como el negocio de las franquicias indica que hoy en día hay más de cincuenta alternativas para elegir la tarjeta de crédito.

El beneficio es que la segmentación es progresivamente amplia, lo que nos da la oportunidad de encontrar la tarjeta ideal para nuestros requerimientos.

Ahora bien, vale la pena afirmar que, al igual que cualquier otro tipo de herramienta, no tener claro cómo funciona puede provocar situaciones desafortunadas. No hay artículos monetarios buenos o malos, sino usos apropiados e inapropiados para ellos.

Lo primero que debemos tener en cuenta es el perfil que tenemos.

Hay tarjetas para los alumnos, para los grados de ingresos bajos, medios y altos, para los individuos que viajan mucho, para los individuos que están a cargo del hogar, etc. Nuestra sugerencia es empezar por los ingresos; si sus ingresos están entre uno y tres ingresos mínimos, puede que no sea necesario buscar una tarjeta dorada; las clásicas sí lo harán.

Mientras que las doradas, platinadas, negras, etc., utilizan beneficios como descuentos en compras o viajes, sería ciertamente un error elegir una tarjeta simplemente para esta función.

En varias celebraciones, terminamos haciendo gastos que no planeamos simplemente para no aprovechar estos beneficios.

La segunda cosa que requiere ser clara es cuánto cuesta tener la tarjeta.

Este precio se mide por tres variables que deben ser preguntadas antes de tomar el producto: ¿qué tipo de interés pagamos por las adquisiciones y los adelantos? ¿cuánto tenemos que pagar por el trato con el costo? ¿hay cobertura de seguro o varios otros tipos de reembolsos que necesitamos crear teniendo esta tarjeta de crédito?

También es crucial preguntar sobre los problemas del producto.

Hay tarjetas que, por ejemplo, no nos dan la posibilidad de posponer las adquisiciones a la variedad de instalaciones que queremos, sino que las dividen instantáneamente en 36 meses; hay tarjetas que se ocupan de diversas tasas para las compras nacionales, las adquisiciones globales y también los avances; hay tarjetas que no facturan la tasa de tramitación siempre y cuando se utilicen a lo largo de un período de tiempo; en resumen.

La cuarta cosa en la que hay que pensar es en la cuota; en este punto, más no siempre es mejor. Aunque los bancos nos proporcionen una asignación elevada, si suponemos que podemos tener problemas para controlarnos y no utilizarla en su totalidad, o si tenemos en cuenta que no refleja nuestra verdadera capacidad de obtener, lo mejor sería pedir que se redujera la asignación.

Inevitablemente, las ventajas existen; para decirlo simplemente, ¿por qué tener esta carta y no otra?

Las ventajas son significativamente pertinentes a nuestra cuenta. Si viajamos mucho, una tarjeta que nos proporcione millas para compras en nuestra aerolínea favorita será sin duda una buena alternativa. Si supervisamos nuestra casa, una tarjeta que nos permita llamar a cualquier solución de reparación sin costo alguno será perfecta.

Si tenemos una larga lista de regalos anuales en Navidad, una tarjeta que nos proporcione puntos por las compras realizadas y que también nos permita cambiarlos por artículos que podamos distribuir será ciertamente interesante de considerar.